Migración, ONU y Fratelli Tutti en tiempos de pandemia.
Artículo escrito para Iberoeconomía y publicado el 12 de diciembre 2020. España
En el 2015 la Encíclica Laudato Si, sobre el cuidado de la casa común y los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 de la ONU, coinciden en identificar aquellos problemas globales que atentan contra el planeta tierra, y que exigen con urgencia, respuestas gubernamentales, así como una revisión a la forma como nos estamos relacionando con el ambiente.
Ahora, en el 2020, la ONU y una nueva Encíclica identificada como Fratelli Tutti, sobre la fraternidad y amistad social, encuentran en la pandemia y en el fenómeno migratorio una nueva oportunidad para reflexionar sobre los desafíos actuales y nuevamente demostrar más coincidencias que desencuentros.
La ONU ha dedicado parte de su atención a alertar sobre los efectos de la pandemia en aquellos grupos migrantes que antes de la crisis sanitaria ya se encontraban en una situación de vulnerabilidad, y en tal sentido, afirma a través de un Informe sobre Covid-19 y las personas en movimiento que sólo juntos es posible contener la propagación del virus y amortiguar sus repercusiones en los medios de subsistencia y las comunidades y recuperarnos mejor, juntos.
Por su parte, Fratelli Tutti, nos dice que nadie se salva solo, únicamente es posible salvarse juntos, y agrega que esta pandemia, a la que califica de tragedia global, por un lado ha despertado la conciencia de que somos parte de una comunidad mundial que navega en una misma barca, donde el mal de uno perjudica al otro; y por el otro lado, nos llama a repensar nuestros estilos de vida, nuestras relaciones, la organización de nuestra sociedad y sobre todo el sentido de nuestra existencia.
Si bien, es importante destacar, la Encíclica no se centra en el tema migratorio, lo desarrolla de una forma que resulta muy oportuno, útil y adecuado para asumir la invitación que la ONU ha formulado en su Informe sobre Covid-19 y personas en movimiento a imaginarnos a una nueva movilidad humana en beneficio de todos; para la ONU la pandemia nos ofrece una oportunidad para ese ejercicio de imaginación.
La migración es la expresión más clara de la movilidad humana, y para Fratelli Tutti, ella es un elemento determinante en el futuro del mundo, pero advierte, que hay regímenes políticos populistas y planteamientos económicos liberales que plantean la necesidad de evitar a toda costa la llegada de los migrantes.
La pandemia ha demostrado –dice la ONU en su Informe- que muy a pesar del Covid-19 las personas siguen huyendo de la violencia y la persecución como se evidencia en la crisis migratoria reciente en Canarias, España y en la situación con los niños migrantes venezolanos que llegaron de forma irregular a Trinidad y Tobago.
Ante esa realidad, la ONU planteó 4 principios que deberían inspirar las respuestas para enfrentar la pandemia y sus efectos en los grupos vulnerables de personas en movimiento, a saber:
1.- La exclusión es costosa a largo plazo; la inclusión, en cambio, nos compensa a todos. En ese sentido, agrega la ONU, que la exclusión de las personas en movimiento es exactamente la razón por la que son más vulnerables a esta pandemia.
2.- La respuesta a la Covid-19 y la protección de los derechos humanos de las personas en movimiento no son mutuamente excluyentes; advirtiéndo la ONU que las personas han seguido huyendo de la violencia o la persecución a pesar de la Covid-19.
3.- Nadie estará seguro hasta que lo estemos todos; con ello, se reafirma que en la respuesta y los esfuerzos de recuperación no es posible dejar a nadie atrás, recordándonos que la asistencia humanitaria es vital, así como los servicios sociales y las soluciones de aprendizaje.
4.- Las personas en movimiento son parte de la solución; la ONU hace un llamado a facilitar el reconocimiento y la acreditación de las cualificaciones de los migrantes, explorar distintos modelos de vías de regularización para los migrantes en situación irregular y reducir los costos de transacción de las remesas.
Estos 4 principios pueden quedar vacíos de contenido si quienes lideran el manejo de la crisis olvidan, como nos dice Fratelli Tutti, que los migrantes tienen la misma dignidad intrínseca que cualquier otra persona, y además, que no son usurpadores que no ofrecen nada, como piensan algunos, según nos dice la propia Encíclica.
Tal vez, la pandemia y sus efectos en el fenómeno migratorio, principalmente en aquellos más vulnerables, exige que el Foro para la Integración Social de los Inmigrantes, creado por Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, sea un espacio institucional que se ponga al servicio de buscar esas soluciones que permitan el trabajo en conjunto entre el Estado, la Sociedad y los propios migrantes, en la reconstrucción o recuperación de España, buscando en la vocación ciudadana, un valor de conexión en la búsqueda del bien común.
Tal vez ese Foro pueda identificar acciones y sugerir iniciativas que permitan al Estado garantizar que nadie se quede atrás, como dice la ONU o que nadie se quede a un costado de la vida, como nos dice Fratelli Tutti.
Carlos Romero Mendoza.
Diciembre 2020