Diálogo Social en Uruguay: tecnología al servicio del encuentro ciudadano con temas públicos
La
Encíclica Laudato Si invita a todos los seres humanos a promover el
diálogo entre todos los actores para poder valorar la forma como estamos
construyendo el futuro del Planeta.
“Necesitamos una conversación que nos una
a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos
interesan y nos impactan a todos”. Dice el Papa Francisco en la Encíclica mencionada.
En
este sentido, resulta oportuna conocer y acercarse a la experiencia llamada Diálogo Social que vía digital y presencial
ha impulsado el gobierno del Uruguay, a los fines de acercar los temas
medulares del desarrollo a los ciudadanos uruguayos.
Diálogo
Social es presentado en su plataforma web como una iniciativa que promueve un encuentro
amplio y participativo de la sociedad uruguaya para pensar el Uruguay del
futuro. Es un proceso organizado y convocado por la Presidencia de la
República. Tiene como objetivo generar insumos, en diversas áreas y temáticas,
para contribuir a producir una estrategia de desarrollo del país, sostenible,
en el mediano y largo plazo. Se organiza en tres grandes bloques temáticos:
Desarrollo e Inserción Internacional, Protección social y Políticas
Transversales y 10 mesas de diálogo, vinculados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Cualquier
interesado puede verificar el espacio web: http://dialogosocial.gub.uy/
y allí poder explorar el contenido que esa página públicamente ofrece. Son tres las alternativas que ofrece la
plataforma web para la información y participación de los uruguayos, una de
ellas es identificada como: Participación, otra: Documentos y una
última, es denominada: Propuesta.
En
Participación, cualquier interesado, puede registrarse en la mesa
temática que corresponda al calendario del Diálogo
Social, para el 6 de agosto de 2016 era la mesa de Arte y Cultura, que en
la metodología presentada es identificada como mesa 10.
En
ese espacio, se puede conocer el nombre de todas aquellas instituciones que se
han registrado en esa mesa y que han elevado a los responsables de esa
plataforma alguna propuesta concreta sobre el tema que corresponde en la agenda
metodológica del Diálogo Social.
En
Documentos los interesados pueden acceder a foros temáticos, por ejemplo
para el 6 de agosto 2016 el tema era Protección social, allí podrán apreciar
documentos que respaldan la participación en ese foro de la CEPAL, BID, entre
otros.
Por
último, en Propuestas, es el espacio virtual donde se alojan o se
encuentran todos aquellos documentos que han sido consignadas por las
organizaciones y personas privadas registradas previamente en esa plataforma,
las cuales pueden ser leídas y revisadas sin dificultad.
La
metodología propuesta en Diálogo Social ,
plantea unas 10 mesas temáticas, que a su vez agrupan en tres áreas, a saber:
I.- Desarrollo e Inserción Internacional:
Mesa
1: Crecimiento Económico
Sostenible.
Mesa 2:
Infraestructura,
Producción e Innovación
Mesa 3: Educación
II.- Protección
Social
Mesa
4: Derechos y Justicia Social.
Mesa 5: Saludo
y Deporte
Mesa 6: Seguridad y Convivencia
Ciudadana.
III.- Políticas
Transversales
Mesa
7: Descentralización y Ciudades
Mesa 8: Género
y Generaciones Cambio Climático y Medio Ambiente.
Mesa 9: Arte y Cultura.
Estas Mesas Temáticas, responden a los temas que nos son
comunes como sociedad, expresados tanto en la Encíclica Papal como en los 17
Objetivos del Desarrollo Sostenible de la ONU, entre ellos: el cambio
climático, el crecimiento económico sostenible y la educación.
En otras palabras esta iniciativa del Gobierno del
Uruguay concreta una experiencia útil e importante en ese llamado a conversar
sobre los temas que nos unen y sin duda, el desarrollo es un tema de interés
general, colectivo y que nos debe motivar a ser actores en la construcción de
esa visión compartida.
Si en Venezuela, tuviéramos que buscar un espacio
institucional para poder poner en la agenda un debate político sobre algunos
temas como los que se plantean en Uruguay, claramente el Consejo Local de
Planificación Pública y el Consejo Estadal de Coordinación de Políticas
Públicas, podrían ser dos instancias idóneas para procesar ese debate o al
menos para canalizarlo institucional, y luego procesarlo vía Consejo Federal de
Gobierno.
Para hacer uso de esos espacios institucionales que
integran el Sistema Nacional de Planificación Pública y Popular, se requiere la
reforma a la Ley que regula el Sistema y a sus órganos para rescatar esos
espacios y ponerlos al servicio del desarrollo sostenible y del propio
ciudadano.
Por otro lado, es importante reconocer que esas
instancias no han logrado el reconocimiento de los ciudadanos y menos de las
autoridades, son espacios que deben existir por mandato legal, pero cuyo
impacto no trasciende a la mera formalidad.
Por lo tanto, esa realidad hace que en la primera oportunidad que la
sociedad tenga de eliminarlas, sin valorar mucho su valor político e
institucional, las mismas terminen siendo una experiencia fallida de un modelo
político fracasado.
Eliminar esas estructuras requiere de una reforma
Constitucional, por lo tanto y valorando a la Asamblea Nacional como ente
legislativo legítimo y válidamente conformado, serían ellos los llamados a
recuperar esas instituciones de planificación para ponerla al servicio del
debate sobre el desarrollo y a construir esos consensos sobre nuestro
futuro.
Es importante recordar que el Consejo Local de
Planificación Pública y el Consejo Estadal de Coordinación y Planificación de
Políticas Públicas, tienen en su misión legal, la responsabilidad de aprobar el
Plan Municipal y Estadal de Desarrollo, respectivamente, por lo que resulta muy
coherente en buscar en ellos el espacio institucional para debates como los que
se plantean en Uruguay.
Incluso esos debates podrían hacer que esas instancias
señaladas aporten suficientes insumos para construir en el Consejo Federal de
Gobierno una Agenda Nacional o un Pacto Nacional de Descentralización, producto
del concurso y participación de las distintas instancias políticas
territoriales.
Por supuesto para lograr eso que se expresa en las líneas
previas requiere un debate político para determinar la suerte o el futuro de
esos espacios de planificación, pero su rescate, sin necesidad de reformar la
Constitución podría ser una excelente oportunidad estratégica para lograr
rescatar importantes niveles de cohesión social, es decir para lograr el
reencuentro de la sociedad en función de un fin compartido y común: el
desarrollo.
Carlos Romero Mendoza
9/08/2016