La Consulta por la calidad educativa y los padres.
El bombardeo de información sobre la Consulta Nacional por la Calidad Educativa, llevó a un grupo de padres, madres y representantes, a realizar una jornada privada de 2 horas, en la cual, más de 50 padres, madres y representantes, se reunieron para conocer las preguntas que se formularán en la Consulta, utilizando a tal fin, el material que ha sido publicado en esta materia.
El objetivo de la reunión era generar un espacio para poder hacer un juicio crítico sobre la Consulta y aclarar algunas informaciones. En este sentido, los padres, madres y representantes de distintos colegios, pudieron confirmar en esa jornada, que la Consulta es voluntaria, por lo tanto es válido que algunos no quieran participar en ella; pero además, que la información directa más efectiva la tienen los directores pues son ellos quienes definen el día en el que se realizará la Consulta. Los documentos que se han publicado sobre la consulta, advierten que los facilitadores para la consulta no son externos, sino que serán los mismos docentes del instituto educativo respectivo.
Las preguntas se han agrupado por niveles de educación, por esa razón, en la jornada, se organizaron distintos grupos para la lectura y análisis de las preguntas, entre las cuales, se puede citar por ejemplo las preguntas orientadas a 4, 5 y 6 grado de básica: 1-¿Cómo te gustaría que fuera el colegio?. 2.- ¿Qué te gustaría aprender en tú escuela?. 3.-¿Cómo te gustarían que fueran tus maestros?. 4.- ¿Cómo te gustaría que pudieran participar los estudiantes en la organización y funcionamiento de la escuela?.
En la jornada hubo una sesión plenaria para recoger observaciones y procesarlas ante especialistas en la materia, en ella se observó, que la preguntas son abiertas, y que se trata de una consulta cualitativa; ello generó la inquietud en relación a la transparencia en el proceso de su sistematización para el informe respectivo.
Para los participantes, las preguntas que se formulan en la Consulta, no facilitan la tarea de comprender la relación entre las mismas con el objetivo final de este proceso, que es desarrollar un Currículo Bolivariano, como expresamente lo ha señalado el ministro Héctor Rodríguez, y que coincide con el Plan de la Patria.
En esta jornada, se reiteró que hasta la fecha, no hay información alguna que permita entender cuál es el rol de los padres, madres y representantes en esta consulta. Así como los estudiantes tienen algo que decir, los padres, madres y representantes también. La Ley Orgánica de Educación (LOE) a lo largo de sus normas sólo menciona en dos oportunidades a los padres, madres y representantes, a lo largo de todo el texto se refiere es a “familia”.
En una primera mención, la LOE recuerda a los padres, madres y representantes que la educación es un deber social y en la segunda mención, identifica que los padres, madres y representantes son integrantes de la Comunidad Educativa. Por lo tanto, como integrantes de la Comunidad Educativa y en nuestro derecho a participar activamente en el proceso educativo de nuestros hijos, según nos dice la Ley Orgánica de Protección del Niño, Niña y Adolescentes (LOPNA), no resulta fácil entender las razones por las cuales no participan los padres, madres y representantes en la Consulta.
La LOE establece que la familia tiene el deber, el derecho y la responsabilidad, en la orientación y formación en principios, valores, creencias, actitudes y hábitos en los niños, adolescentes, jóvenes y adultos, para cultivar respeto, amor, honestidad, tolerancia, reflexión, participación, independencia y aceptación. Además, reconoce que la familia es corresponsable junto a la escuela, la sociedad y el Estado del proceso de educación ciudadana y desarrollo integral de sus integrantes.
La Consulta es un proceso de formación ciudadana, en tal sentido demanda importante niveles de transparencia y, considerando que los padres, madres y representantes, junto a los estudiantes integran, en principio, un núcleo familiar, perfectamente la metodología desarrollada para la Consulta podría haber buscado la participación a través de la familia o bien haber incluido desde un inicio a los padres, madres y representantes.
El único rol que en la práctica pueden asumir de inmediato los padres, madres y representantes, es organizarse por colegio y desarrollar una tarea de observación sistemática de todo el proceso de Consulta, como una estrategía cívica de evaluar los niveles de transparencia y de libertad en la participación de los consultados; además, es la manera más adecuada de velar porque el informe final sea coherente con lo que realmente respondieron los consultados. Es importante advertir que si bien hay existe la libertad para decidir participar o no en la consulta, al final del proceso un nuevo currículo obligará a todos por igual.
Por lo tanto, y en vista de lo señalado, la primera tarea de los padres, madres y representantes es ejercer el derecho a recibir información de manera oportuna en cuanto al cuándo se realizará la consulta y cómo será aplicada; pero además, aclarar la forma como se procesarán los resultados y su publicidad, es decir, seria importante que cada instituto educativo compartiera con la Comunidad Educativa los resultados procesados como requisito para garantizar la transparencia en la participación. Sin información y sin garantías de transparencia, no hay elementos suficientes para generar confianza en la participación y ello es responsabilidad del cuerpo directivo del colegio.
Los padres, madres y representantes, no deben abandonar los institutos educativos, independientemente a la participación del representado en la consulta, la tarea de levantar un informe con observaciones sobre el desarrollo de las distintas etapas de la Consulta en el instituto educativo respectivo, es decir: antes, durante y después de la misma, resulta esencial para poder argumentar con juicios críticos el valor y la utilidad práctica de esa Consulta. Pero además, esta labor, permitirá asumir de manera legal, la defensa por la pluralidad en la educación.
Una contraloría social, o un proceso de observación sobre la Consulta, debe registrar en principio lo que sucedió en cuanto a la calidad de la información recibida antes, durante y después de la Consulta. Así como también, con los resultados de la observación directa al proceso de realización de la propia consulta el día establecido, que permita concluir si se evidenció, por ejemplo, claridad y buen manejo de la metodología; por último, debe incorporar la calidad de la información recibida sobre el procesamiento y resultados de la consulta realizada en el instituto educativo en particular.
Un informe de esta naturaleza puede agregar las observaciones de los padres, madres y representantes sobre la calidad educativa, y puede ser entregado como resultado de un proceso de observación sistemático y organizado al propio Ministerio de Educación, a los responsables de la Consulta, a la zona educativa respectiva y al propio Instituto Educativo, recordándoles a éstos actores educativos, que los padres, madres y representantes como integrantes de la comunidad educativa, tienen algo que decir en esta Consulta.
La defensa de la pluralidad educativa requiere argumentos críticos, exigir organizadamente la información necesaria, y además, debe sustentarse objetivamente para poder elevar reclamos válidos ante las autoridades educativas sean nacionales, regionales o locales. Vivimos momentos confusos como sociedad, el reto es organizarnos para evitar que nos participen los cambios y sólo involucrándonos podremos lograrlo.
Carlos Romero Mendoza.