Conociendo el Plan Nacional de Ordenación Territorial de 1998.
Los
venezolanos tuvimos un primer Plan de Ordenación del Territorio en el año 1998[1],
bajo el gobierno de Rafael Caldera, que fué aprobado a través de un Decreto
identificado con el número 2.945, de fecha 14 de octubre de 1998. El contenido del Plan buscó reafirmar el
compromiso del Estado en materia de conservación del ambiente y de
reordenamiento territorial como sustento o base del desarrollo económico y
social de la nación, tal y como expresamente lo hace saber uno de los
considerandos del mismo Plan.
Igualmente,
en esos considerandos se reconoció que nuestro proceso de ocupación del
territorio había generado deseconomías, tanto de aglomeración como de
dispersión, en algunos de sus espacios específicos y además, advertía que en
muchos espacios, no coincidían espacialmente la población y los recursos.
Para
el Plan, el mejoramiento de la localización de la población y sus actividades, permitiría
una distribución de oportunidades, que facilitaría el proceso para superar las
desigualdades en los niveles de vida de la población, aspirando así favorecer
el cumplimiento de la equidad social, los procesos de descentralización y el
aprovechamiento o desarrollo de ventajas comparativas y competitivas.
En este sentido, el artículo 1 del Decreto de 1998,
planteó que el objetivo del Plan era orientar la localización de la población, de las
actividades económicas y la infraestructura física, armonizando criterios de
crecimiento económico, desarrollo social, seguridad y defensa y conservación
del ambiente, basado en el conocimiento de las potencialidades y restricciones
específicas de cada ámbito geográfico.
Resulta
interesante revisar los objetivos específicos que se establecieron en el Plan Nacional
de Ordenación del Territorio en 1998, para tratar de encontrar en su contenido
algunos rasgos o elementos de un modelo de ordenación territorial que inspiró
hace menos de 20 años y que no logró sembrar las bases para orientar el
desarrollo integral de Venezuela.
Los
objetivos específicos fueron los siguientes:
- La transformación integral de la sociedad para hacerla más competitiva y favorecer su inserción en el contexto internacional.
- Contribuir a una mejor relación tecnología - ambiente de manear que en cada caso, sea compatible con la necesidad de conservar el capital natural que les permite existir.
- Consolidar la integridad territorial, la soberanía nacional y la seguridad alimentaria; así como, la educación para el reforzamiento de la identidad nacional de sus habitantes.
- Apoyar las estrategias territoriales y urbanísticas orientadas a que el sistema de centros urbanos funcione como instrumento de eficiencia económica, equidad social, fortalecimiento político- administrativo y ordenación territorial.
- Racionalizar la expansión de la frontera de ocupación basándose en el aprovechamiento sostenible de recursos existentes.
- Apoyar los procesos de descentralización y desconcentración.
- Contribuir a la incorporación de las comunidades indígenas al desarrollo nacional,
- Promover acciones dirigidas a proteger la población, la economía y el ambiente ante la ocurrencia de emergencias o desastres provocados por agentes naturales, técnicos o sociales.
Se
han subrayado las palabras claves de esos objetivos específicos, que sin duda
identifican claramente que la aspiración era hacer de Venezuela un país
competitivo, desarrollado desde un sistema de centros urbanos, capaces de garantizar la integridad territorial, la soberanía, la seguridad alimentaria y educación.
Todo ello considerando la frontera venezolana, a los indígenas y
considerando políticas de descentralización, desconcentración y prevención de
emergencias o desastres naturales, técnicos o sociales.
En
cuanto a la estructura del Plan, el mismo se dividía en 9 Capítulos. Los dos primeros, podrían ser denominados
“introductorios”, pues allí se estableció la misión del Plan y la visión del producto final que aspiraba alcanzar el Plan. El capítulo 3 planteó la
estructuración del territorio nacional en 5 espacios de ordenación para el territorio,
de manera tal que pudieran definirse distintas acciones de ordenamiento
territorial para cada una de ellas.
El
capítulo 4, desarrolló lo que se llamó el Sistema de Centros Urbanos,
Transporte y Comunicación. El capítulo
5, planteó la localización de las actividades económicas en el territorio: hidrocarburos, petroquímica, minería,
industriales, turísticos-recreacionales, agrícolas, forestales, etc...
El
capítulo 6 del proyecto desarrolló las Areas Bajo Régimen de Administración
Especial; por su parte el capítulo 7 planteó el tema de la Frontera y las áreas vecinas a la zona de Reclamación y el capítulo 8 desarrolla un conjunto de
directrices para las grandes obras de infraestructura física.
Por último, el capítulo 9 cierra el contenido
del Plan con una serie de disposiciones transitorias, en la cual se destaca que
éste instrumento aspiraba a tener una duración de 20 años, es decir hasta el
2018.
Carlos Romero Mendoza.
[1] Plan Nacional de ordenación del
Territorio.
Decreto No. 2.945. 14 de octubre de
1998. En: Vitalis. Recuperado 7 de julio
de 2014. Online en: http://www.vitalis.net/PNOT.htm