Nuestra historia en estos 200 años.

Correo del Caroní, publica con fecha 6 de marzo de 2011 un interesante reportaje sobre nuestra historia y la realidad presente de nuestro Estado. El artículo firmado por Marcos David Valverde señala:

“Venezuela, después que nació como país, como Estado, ha tenido más tiempo de guerra que más tiempo de paz”. De esa manera, el abogado Benigno Alarcón resume los dos siglos de historia republicana nacional. El coordinador del Programa de Gobernabilidad y Gerencia Política, un trabajo conjunto de la Universidad Católica Andrés Bello y la Corporación Andina de Fomento destaca que, hasta hoy, esa característica se ha mantenido. Es por eso que recomienda el despertar de la conciencia política, más que la activación, pues a su juicio “esa es la diferencia entre ser un ciudadano y ser un habitante. La gente tiene la obligación de saber cómo funciona su país e involucrarse en las grandes decisiones que afectan a todos”.

√ El académico señala que en el país “pasamos de una economía de mercado muy mal implementada, a un proceso que pretende ser lo contrario (socialismo del siglo XXI). Ninguna de las dos tesis han demostrado funcionar”.

“La gente que habla de política no necesariamente ha madurado las ideas que expresa” Benigno Alarcón no se muestra optimista sobre un eventual desenlace del conflicto en Libia. De hecho, su teoría es que Muamar Gadafi tiene posibilidades de permanecer en el poder, caso contrario al de su par de Egipto, quien abandonó el gobierno por presión popular.

En una de las recepciones del área de Postgrado de la Universidad Católica Andrés Bello de Ciudad Guayana, el abogado y coordinador del Programa de Gobernabilidad y Gerencia Política de esa institución, reflexiona sobre el tema antes de iniciar la entrevista que girará en torno a la realidad política de una geografía más próxima, la de Venezuela.

- Hoy (2 de marzo) Venezuela conmemora los 200 años de la instalación del primer congreso en el país. En estos dos siglos, ¿cuál ha sido el avance de la política nacional?

- Vamos a ver. Yo creo que Venezuela, después que nació como país, como Estado, ha tenido más tiempo de guerra que más tiempo de paz. Los períodos democráticos han sido relativamente cortos. Ahora, eso tiene que ver en parte con la madurez de las sociedades, y Venezuela ha estado permanentemente en un proceso de avances y retrocesos. Particularmente, creo que Venezuela ha tenido avances, incluso, en gobiernos de corte no democrático, que han permitido grandes avances en materia de infraestructura e, inclusive, educación. La realidad es que, desde que cayó el gobierno de (Marcos) Pérez Jiménez (el 23 de enero de 1958) hasta el 2000, Venezuela vivió relativamente, un proceso democrático importante y de avances que no se pueden negar. Creo que durante lo que llaman la IV República hubo bases importantes, porque el país avanzó más en materia de salud, educación y en temas de infraestructura. Cuando sacas el balance de esos cuarenta años, que hoy se condenan tan a la ligera, observas que hubo avances muy importantes, y justamente Guayana es muestra de eso, pues se construyó en esos años: cuando entras aquí, a pesar de los problemas, ves que hubo algo planificado.

- Dice que “ha habido más tiempos de guerra que de paz”, pero eso puede ser relativo, pues incluso durante la democracia hubo problemas con la guerrilla. Si nos remitimos al período actual, ¿podemos hablar de un tiempo de paz?

- Bueno, de paz relativa. Han sido años cargados de conflictos expresados de manera distinta.

Quizás “guerra” no sea la palabra adecuada para expresarla, pero esa paz relativa no quiere decir que no hay conflictos. Cuando nosotros hablamos de gobernabilidad, en la forma moderna en que se entiende, se habla de crear las condiciones para poder gobernar, y cuando hablas de generar las condiciones, hablas de resolver los conflictos que tienes en la sociedad, y en toda sociedad hay conflictos. Hay grupos de interés que pujan para su lado. El problema en Venezuela desde 2006 o desde antes, es que básicamente se tiene una situación donde los consensos no son importantes, y se atiende al interés de la mayoría. Cuando tú solamente atiendes las necesidades de un sector, tienes una sociedad que no está en equilibrio, y que en cualquier momento puede terminar en un conflicto de grandes proporciones porque sus intereses, necesidades y demandas no están siendo escuchados.

Cuestionamiento
- En los últimos años de Gobierno se ha dicho que la participación política se ha incrementado, pero ¿existe, realmente, una conciencia política?

- Creo que hay más conciencia que antes, si lo vemos en términos relativos. Creo que antes, a la mayoría del país no le interesaba la política. En cambio hoy, a la mayoría, le importa la política. Si vas a un cumpleaños o a un bautizo, la gente habla de política. Ahora, hablar de política no quiere decir que la gente tiene mayor conciencia política, sino que simplemente es el tema del día. El próximo paso está en preocuparse por cómo funcionan las cosas y en tratar de entender cómo funciona la realidad. La gente que habla de política no necesariamente ha madurado las ideas que expresa.

Hay una deformación de la participación que es brutal, porque la gente entra en la participación con fines puramente utilitarios: “Yo estoy allí si eso me beneficia en algo. Si no me beneficia en nada, yo termino saliéndome”, y casi todo el proceso de participación ha terminado enfocado en pedir. Eso significa: “Yo me organizo en el consejo comunal, porque si lo hago, el Gobierno me baja recursos para yo hacer algo, y si no lo hace, el consejo comunal desaparece”. Creo que hay un potencial relacionado con la participación que es tremendo, pero no hemos canalizado esas ganas de participar.

- En los tiempos actuales, ¿es obligación de los venezolanos fomentar esa conciencia política?

- Yo creo que sí. Esa es la diferencia entre ser un ciudadano y ser un habitante. La gente tiene la obligación de saber cómo funciona su país e involucrarse en las grandes decisiones que afectan a todos. Eso es parte fundamental.

Lo que creo por otro lado es que no puede haber una deformación de la participación, es decir “Usted no tiene agua porque no se organizó en un consejo comunal”. Espérate un momentico: eso no es responsabilidad del ciudadano. Está bien que el ciudadano se asocie para resolver su problema, pero lo que no me puedes decir tú a mí, Estado, es que esa es mi responsabilidad.

Del Benemérito al comandante
- Algunas personas sostienen una tesis: Hugo Chávez fue un mal necesario para despertar a la población que venía aletargada. A estas alturas, ¿sigue siendo necesario?

- Mira, creo que Chávez fue la antítesis del proceso anterior, y las antítesis necesitan de una síntesis. Nosotros pasamos de una economía de mercado muy mal implementada, a un proceso que pretende ser lo contrario, que es lo que llamamos socialismo del siglo XXI. Ninguna de las dos tesis han demostrado funcionar, y ha llegado la hora de preguntarnos la forma de hacerlo. Creo que una de las trampas de la que tenemos que salir, es que en Venezuela se ha manipulado a la población diciéndole que hay dos países; que hay derecha e izquierda; que la derecha son los explotadores, la gente que busca vivir del trabajo de los demás y apoderarse del país, mientras que la izquierda se preocupa por los demás. Hablar de derecha y de izquierda es hablar de algo que cada día más está en el pasado, porque tú como persona necesitas tu brazo derecho y tu brazo izquierdo, porque cada uno cumple sus propias funciones. Yo creo que tú necesitas funcionar con principios de la derecha, como el orden y la libertad, junto con principios de la izquierda, como la igualdad, la atención a lo social y dar importancia a los sectores más necesitados. Tú no puedes hacer que todos tengan condiciones de trabajo si no das las condiciones para que las empresas se generen. No puedes hacer que la gente tenga las mismas oportunidades de educarse si no tiene universidades públicas y privadas. No creo que puedas generar prosperidad y distribuir la riqueza, si por otro lado no te preocupas por producir esa riqueza. Es una mezcla de valores y principios que la gente trata de ubicar al final del día, pero la política de hoy es ciencia y es arte.

- José Ignacio Cabrujas y Arturo Uslar Pietri, de alguna manera, justificaron la figura de (Juan Vicente) Gómez como gendarme necesario. En esta época, ¿se necesita un gendarme necesario?

- No. Definitivamente esa es una concepción de la política superada hace muchísimo tiempo. Las sociedades modernas no se manejan de esa manera. Lo que necesitas es elevar el nivel de conciencia de la gente para que pueda tomar decisiones y construir una verdadera democracia. La figura del gendarme necesario es suponer que hay un ser superior, que sabe mejor que nosotros lo que se debe hacer y cómo debe hacerse. Sencillamente, es una figura paternal y autoritaria que toma decisiones porque los ciudadanos no saben lo que deben hacer. Esa es una concepción anticuada y hasta ridícula.

- ¿“Gendarme necesario” no es (un concepto) equiparable con “comandante-presidente”?

- Bueno, eso es una expresión, definitivamente. Tengo la impresión de que quienes siguen al Presidente creen en la tesis del gendarme necesario. Hugo Chávez Frías tuvo la mejor oportunidad que ha tenido cualquier presidente, y la desperdició. No sé si de aquí a las elecciones de 2012, va a retomar un camino que permita concretar parte de lo que ofreció, pero parte de su error fue generar expectativas con promesas que no cumplió, dibujarse a sí mismo como el líder necesario, el hombre que podía cambiar la historia del país, cuando eso dependía de consensos que nunca nos preocupamos por construir. No puedes construir un país enfrentándote a la otra mitad, y ese fue el gran error que se cometió.

Fuente:
http://www.correodelcaroni.com/content/view/174095/1/

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