La formacion hacia la sociedad socialista.

Con fecha 5 de mayo de 2011, INCES en su portal web informa que Siempre se ha insistido que la formación ideológica es un elemento fundamental para avanzar en la construcción del socialismo, entendido como una escala de superación de la sociedad de clases.
El capitalismo por su parte no necesita ciudadanos conscientes (sujetos plenamente políticos en función del desarrollo colectivo); al contrario, como sistema de explotación necesita para su existencia individuos pasivos y acríticos, los cuales han sido ideologizados a través de la manipulación que segundo a segundo se difunde por los medios masivos de comunicación como mecanismo de dominación.

El capitalismo es un sistema económico que vende ilusiones; crea al hombre y a la mujer masa, quienes practican la necesidad de consumo y no del consumo necesario; crea paralelamente a un ser individualista formado exclusivamente para competir con el otro, dominarlo, evangelizarlo y no para generar un ser que respete y valore las diferencias de los demás.

En esa ética crece, se desarrolla y multiplica su génesis. El sistema cultural del capital despersonaliza a los individuos, los pone a soñar en mundos exclusivos, aun cuando esa fantasía sea un producto en serie con marca registrada en alguna fábrica mundial de sueños.

Ideológicamente un sujeto formado bajo la ética de los valores del capital difícilmente podrá entender que una estafa inmobiliaria, por ejemplo, es un problema colectivo que debe ser penalizado; en su alienación deducirá que se trata de un problema que corresponde únicamente a quien lo padece, y que en todo caso se lo merece, por invertir en una construcción de “dudosa procedencia”, pues los alienados -directa o indirectamente- siempre defenderán “sin saberlo” los intereses de quien lo estafa, de quien secuestra su vida, al mejor estilo del “Síndrome de Estocolmo”.

Romper el dominio cultural del capitalismo

El individualismo es una táctica ideológica de la sociedad del capital; táctica que, como un virus, nos ataca contagiándonos de indiferencia y nos hace crer que estamos mucho más cerca de los triunfos de Viviana Gibelli que de las ocasionales vicisitudes de nuestros más cercanos vecinos.

Gramsci dice que “para garantizar el dominio en el plano de la economía, el capitalismo acude a la lucha cultural donde instala una lucha de pensamiento, un monopolio de la circulación de ideas y de productos culturales casi absoluta; pero para romper ese dominio cultural la revolución debe ir a la lucha política, a la construcción de la resistencia y de la alternativa”.

La formación socialista es la alternativa planteada como resistencia al patrón único de pensamiento del sistema capitalista, ese que ha logrado que hoy en día un muchacho de Bangladés, Bogotá o Moscú use una misma marca de pantalón y crea seriamente que no hay en el mundo una mejor cantante que Shakira.

Sobre el tema de la formación el conocido profesor Vladimir Acosta aporta un interesante argumento señalando que “con los mismos patrones ideológicos del capitalismo, el consumismo, individualismo y el egoísmo no se puede construir una sociedad distinta. Si no quebrantas los valores sobre los cuales está cimentada esta sociedad que todavía impera aquí y en el mundo entero, difícilmente podrás constuir una sociedad socialista, por más que lo proclames”, (“Si no cambias o abres la mente de la gente la revolución está perdida”. Entrevista Vladimir Acosta en Correo del Orinoco 14-3-2011).

El presidente Chávez ha sido un persistente motivador en el tema de la formación ideológica, política y socioproductiva. Permanentemente apela al concepto aristotélico de participar activamente en el hecho político como un principio de la democracia participativa.

Pero educar socialistas no es fácil porque ese hecho implica atender valores y principios en reconocimiento del sujeto sobre el capital y eso tiene connotaciones de impacto político internacional; por ello la discusión sobre los modelos de desarrollo económico se están originando desde Venezuela como una alternativa al agotado modelo económico capitalista hoy en crisis global.

La formación socialista e Inces

La formación socialista rescata la ética de la solidaridad como principio. En la ética socialista nos sentamos todos en la mesa o no nos sentamos. La formación socialista nos dice que el trabajo es una fuente para la transformación de las cosas en función del bienestar colectivo y no una fuente para la explotación y apropiación del trabajo ajeno.

En el marco del sistema capitalista el antiguo Ince siempre fue la instancia que funcionó para preparar la mano de obra barata para el empresario privado justificando así el sistema de explotación y dominación; el Inces de hoy es la fuerza de trabajo formada con conciencia de clase, donde para los y las participantes se puedan crear las condiciones para que éstos se organicen y generen empresas de producción social en favor de las comunidades organizadas en donde hacen vida.

Un desarrollo formativo que genere sujetos para la emancipación productiva e ideológica a objeto de poder transformar las relaciones del entorno, la Escuela del Fortalecimiento del Poder Popular (EFPP), nace bajo esa premisa: su gestación ha sido importante a partir de la participación del pueblo organizado en consejos comunales; allí el Inces ha puesto toda su plataforma programática y de ambientes para la formación de los participantes.

La Escuela del Fortalecimiento del Poder Popular

Esta iniciativa de adiestramiento, diseñada desde el Ministerio del Poder Popular para las Comunas y la Protección Social, (MPCyPS), está integrada a los programas de formación del Inces y forma parte de un necesario proceso de transferencia de conocimientos, metodologías y experiencias, destinados a contribuir con la formación política del pueblo revolucionario venezolano.

La escuela se divide en dos módulos de contenidos: fortalecimiento del poder popular y educación política e historia reciente de Venezuela. El primer módulo de la EFPP tiene como objetivo contribuir al refuerzo del proceso de participación promoviendo la transferencia de conceptos y contenidos, herramientas de comunicación alternativa, guerrilla mediática y ciclos del poder popular. El diagnóstico, educación participativa y administración comunal también forman parte de esta primera fase. El segundo módulo contribuye a entender la historia reciente, la configuración y comprensión del mundo actual a través de diferentes materiales de lectura.

Para José Ortiz, facilitador de la EFPP en el estado Bolívar, “lo importante de todo este proceso de orientación es que la escuela está en la correcta dirección de formar política e integralmente a los voceros, para que ese aprendizaje se traduzca en esfuerzo y trabajo efectivo dentro de las comunidades; además porque la transformación de la realidad social comienza por la transformación de la conciencia individual”.

¿Es entonces importante la formación política-ideológica? Sí, porque permite consolidar las acciones atribuidas al pensamiento político con claridad, permitiendo ejecutar los programas que deben emprenderse basados en las posiciones de esos principios ideológicos; además porque independientemente de que en la cotidianidad asumamos posiciones revolucionarias, en nuestro insconsciente está arraigado el dominio cultural burgués.

Con la EFPP se honra al pueblo organizado a objeto de que cada día más tenga más herramientas en función de su preparación política, permitiendo que tengamos una patria libre y soberana, en momentos cuando celebramos nuestra segunda y definitiva independencia, pues nunca más seremos colonia de nadie.

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