Gustavo Linares Benzo opina sobre Comunas.
En el diario LA NACIÓN de San Cristóbal el día 7 de julio de 2010, se publica un artìculo de opinión firmado por el Dr. Gustavo Linares Benzo sobre el tema de Las Comunas, el cual se transcribe a continuación:
"Denominador común de las tiranías y totalitarismos es eliminar toda instancia de poder distinta al tirano. Estados, municipios, empresas, universidades, iglesias, todo se arrasa para que sólo quede el líder omnipotente frente al individuo desnudo y solitario. Esta técnica, tan vieja como la humanidad y contada en prácticas lecciones en El Príncipe de Maquiavelo, es común al capitalismo salvaje del siglo XIX (prohibición de sindicatos y cualesquiera asociaciones de obreros), como al socialismo real del siglo XX: mínimos soviets (comuna en ruso), frente a un único y gigantesco partido.
En este modelo venezolano que va mutando día a día todo cambia y sólo permanece el poder del Presidente, que se describe muy bien con su apelativo revolucionario, Comandante. Ahora, fiel al modelo maquiavélico, las minúsculas y únicas organizaciones toleradas por el socialismo del siglo XXI se llaman comunas, antes consejos comunales, antes círculos bolivarianos, antes cooperativas, en un permanente cambio de nombres tan propio de las pesadillas totalitarias del siglo XX. Poco importa lo que puedan hacer, que siempre será poco o nada. Lo decisivo es lo que se elimina en su nombre, gobernaciones y alcaldías. Esas sí son instancias capaces de hacer contrapeso al Presidente y al Ejecutivo, al igual que en otro orden sindicatos y universidades. La existencia de Henri Falcón es la prueba científica, más los rumores de amenazas de saltos de talanquera de otros gobernadores del proceso, al parecer sofocadas con discreción.
Así, poco importan las competencias que se les otorguen a las comunas en las leyes por venir, nunca serán importantes, como no lo fueron en el cacareado poder popular de la reforma constitucional, que ni una multa de tránsito podía imponer. Eso sí, serán mínimas, de muy pocas personas, y su principal atribución será hacer cola ante las secretarías "técnico-políticas" -más lenguaje staliniano- del Gobierno para obtener bolsas de comida (¿en qué estado?) y dinero para brocales.
En este modelo venezolano que va mutando día a día todo cambia y sólo permanece el poder del Presidente, que se describe muy bien con su apelativo revolucionario, Comandante. Ahora, fiel al modelo maquiavélico, las minúsculas y únicas organizaciones toleradas por el socialismo del siglo XXI se llaman comunas, antes consejos comunales, antes círculos bolivarianos, antes cooperativas, en un permanente cambio de nombres tan propio de las pesadillas totalitarias del siglo XX. Poco importa lo que puedan hacer, que siempre será poco o nada. Lo decisivo es lo que se elimina en su nombre, gobernaciones y alcaldías. Esas sí son instancias capaces de hacer contrapeso al Presidente y al Ejecutivo, al igual que en otro orden sindicatos y universidades. La existencia de Henri Falcón es la prueba científica, más los rumores de amenazas de saltos de talanquera de otros gobernadores del proceso, al parecer sofocadas con discreción.
Así, poco importan las competencias que se les otorguen a las comunas en las leyes por venir, nunca serán importantes, como no lo fueron en el cacareado poder popular de la reforma constitucional, que ni una multa de tránsito podía imponer. Eso sí, serán mínimas, de muy pocas personas, y su principal atribución será hacer cola ante las secretarías "técnico-políticas" -más lenguaje staliniano- del Gobierno para obtener bolsas de comida (¿en qué estado?) y dinero para brocales.
La atención debe estar, pues, en el tratamiento real que el Presidente dé a gobernaciones y alcaldías, la recentralización de lo poco que les queda y el retraso en las transferencias financieras que se les deben. Lo más importante que se publica en Gaceta no será la ley de comunas, sino los créditos adicionales para pagar el situado. "
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